Trapu Zaharra: Humor vasco

No hay mejor taller de risa que una comedia de espejos donde se miren y se rían los contrarios
Sinopsis: El encargado de una agencia de viajes espera inquieto a los ganadores de un crucero por el Mediterráneo. Acaba de recibir la noticia de que su empresa ha declarado un ERE a resultas del cual sólo él quedará al frente y al tras de la oficina. Por la otra parte, la pareja agraciada con el viaje también sufre una baja de última hora. Únicamente, comparece la mujer, Ainhoa Txaparro, entusiasmada con la suerte que nunca antes tuvo y dispuesta a hacer realidad uno de los sueños de su vida. Pronto descubrirá que el crucero no es exactamente cómo ella imaginaba, a pesar de lo cual hará de tripas corazón para sacar el máximo partido a la oferta disfrutando y haciendo disfrutar de ella a todos los presentes.
Al frente del reparto: Santi Ugalde y Mila Espiga; a la cola, dos auditorios completos en la plaza de San Andrés (Valladolid), los días 24 y 25 de mayo a las 18,30h. Según es norma en este tipo de espectáculos callejeros, el público, sobrevenido elenco de reparto, proveyó masa coral, dos robustos australianos, un convidado para cena romántica y tantas muestras de júbilo como para calificar ambas funciones de éxito sonoro.

Dos cómicos estupendos
Ainhoa Txaparro, el personaje que interpreta Mila Espiga, reúne en un mismo tipo dos identidades vascas: la de mujer autóctona, neurótica, dicharachera, que no engorda porque no para, y la de oriunda, en este caso, de Miranda de Ebro, donde viven sus padres.
Santi, por el contrario, se representa un tanto así mismo como persona tímida, prudente, socarrona y conciliadora.
Trapu Zaharra, una compañía teatral con más de 35 años de trayectoria, repite un año más en el TAC (Festival Internacional de Teatro y Artes de Calle de Valladolid) donde acostumbra a ser bien recibida, tanto por la calidad de sus montajes como por el tirón que para el público tiene la figura de Santi Ugalde, profeta en su tierra gracias al programa de la ETB Vaya semanita, y muy popular allende Orduña después de su aparición en las películas Ocho apellidos vascos, Pagafantas y en la serie televisiva (Antena 3) Allí abajo.
Mila Espiga no atesora tanto aplauso mediático, sin que esto signifique una carrera artística menor (El laberinto del Fauno, en cine y participaciones televisivas en Aída, Hospital Central, Los Serrano, La Familia Mata, Aquí no hay quien viva, etc.) o cualidades alejadas de la comedia, que las tiene sobradas y así lo demuestra en Turisteando, la obra representada en Valladolid, donde su personaje sostiene la comicidad de la trama y acapara la parte más sustanciosa del texto.
Por la concordia a través del humor
No ha de pasar desapercibido el que este montaje cuente con la colaboración del Gobierno Vasco. La dirección corre a cargo de Óscar Terol, el creador, actor y primer guionista de Vaya semanita, la serie de humor a la que se le permitió el atrevimiento de parodiar las rancias esencias de lo vasco, los dogmas ideológicos, las diatribas sectarias entre sus distintos sectores sociales, los tipos políticos y los tópicos populares. Al margen de que los capítulos de la serie estuvieran compuestos, escritos e interpretados con todo el rigor profesional y el acierto necesarios para gustar a un público mayoritario y diverso, su programación respondía a una intención política meridianamente conciliadora. El propósito ha sido y continúa en el objetivo de que las fracciones sociales vascas, primero, y españolas después, cainítamente enfrentadas por motivos políticos se rían de sí mismas y rían juntas. Una campaña sociocultural de hermanamiento a través de la risa diametralmente opuesta a la emprendida, no ya con afán sino con saña por los responsables políticos de los medios independentistas catalanes.

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